El caluroso retorno de Shen Yun a California
Luego de viajar por la gélida Norteamérica para sus presentaciones en Cleveland y Vancouver, la Compañía de Gira de Shen Yun regresó al Sur de California para realizar más de una semana de shows en Costa Mesa, Thousand Oaks y Los Ángeles.
Los 21º C de temperatura no fueron la única bienvenida calurosa que recibió Shen Yun, ya que las entradas para muchos de los shows se agotaron rápidamente. En Costa Mesa se agregó una función apenas una semana antes del show para satisfacer la demanda del público.
Este fin de semana, la Compañía de Gira tiene cuatro presentaciones finales en California, en el Dorothy Chandler Pavilion de L.A., antes de partir hacia la región de Asia-Pacífico.
Y para varios artistas de Shen Yun que son de Los Ángeles, regresar a So-Cal es especialmente gratificante. Conversamos con dos de ellos acerca de lo que significa actuar en su ciudad.
Michelle Ren, coreógrafa y primera bailarina
P: Antes de ingresar a Shen Yun, viviste en Los Ángeles durante varios años. ¿Qué hacías en ese momento?
MR: Enseñaba danza a estudiantes de diferentes condiciones y tomaba clases en la universidad. Fue hace mucho tiempo, pero todavía tengo algunos amigos aquí, así que cuando vengo a actuar, el ambiente me resulta muy familiar.
P: ¿Qué te gustaba hacer para divertirte aquí?
MR: Solía ir a comer a muchos restaurantes taiwaneses y vietnamitas. Y a veces iba con mis amigos a lugares especiales para relajarnos un poco –mis favoritos eran las aguas termales y la playa.
P: Pareciera que la temporada 2013 acabara de empezar, pero ya has actuado en unos 30 shows. Cuando estás en el escenario, ¿en qué piensas?
MR: Ahora en la gira, la mayoría de mis roles son en danzas grupales. Así que principalmente me enfoco en cómo cooperar y coordinar con las otras bailarinas para que seamos como un solo cuerpo.
P: ¿Qué expectativas tienes sobre el público de Los Ángeles?
MR: Sé que nuestro público de Los Ángeles siempre es muy cálido. Nuestro público chino y taiwanés entienden el significado cultural de una manera más sistemática porque compartimos el contexto cultural.
Pero la gente sin ese trasfondo cultural puede relacionarse de la misma manera y generalmente dicen que pueden sentir nuestra energía en el escenario.
Pienso que esto se debe a que, en lo que respecta a la danza clásica, no se trata solamente de los movimientos. Cada gesto, cada movimiento, cada mirada tiene un significado detrás. Es una forma de arte muy rica, con un significado cultural inmenso. Por eso es que realmente tenemos que usar nuestros corazones al danzar.
Y puedo sentir cómo lo aprecia la gente. Debo decir que estoy muy feliz de ver cómo la gente nos ha apoyado, ¡y espero que quienes todavía no vieron Shen Yun vengan a vernos!
Steven Louie, fagotista
P: ¿Qué se siente estar de vuelta en L.A.?
SL: ¡Siento nostalgia al estar en casa! Mi primera presentación sinfónica fue en el Civic Arts Plaza, aquí en Thousand Oaks, y también toqué un par de veces aquí con otros grupos, así que estoy regresando al primer teatro en el que toqué. ¡Genial!
P: Esta es tu primera gira con Shen Yun. ¿Cómo llegaste a la Orquesta de Shen Yun?
SL: Vi un panfleto en mi escuela de Chicago, que decía que Shen Yun buscaba fagotistas. Sabía muy poco de la compañía, pero cuando me decidí a hacerlo, es curioso, porque resultó ser el mejor trabajo que podría haberme imaginado.
P: Uno de tus padres es chino, ¿no? ¿Influenció esto en tu decisión de tocar en Shen Yun?
SL: La verdad que no. Me crié con algunas tradiciones asiáticas, pero nací aquí y siempre me consideré estadounidense. Pero puedo decir que, al estar en Shen Yun, pude abrirme a todo un aspecto de mi herencia cultural del que no sabía mucho. Incluso comencé a aprender chino.
P: ¿Por qué dices que es el mejor trabajo que podrías imaginar?
SL: Tiene más que ver con lo que quería lograr en mi trabajo y en mi vida. Había muchas cosas que quería lograr, pero no sabía cómo. Cuando era un estudiante, pensaba: “Cuando salga del instituto voy a trabajar duro y conseguir trabajo en una orquesta”. Pero eso no llegaba a satisfacer la parte mía que quería hacer feliz a otra gente. Y, en realidad, la primera aspiración que tuve en mi vida fue hacer feliz a la gente. Así que pensé: “¿Cuándo fue la última vez que me sentí realmente feliz al asistir a un concierto de música clásica?” Y he visto muchas presentaciones de las mejores sinfónicas, especialmente cuando vivía en California y Chicago.
Shen Yun apunta no solo a tocar la superficie, sino también al corazón de la gente. Y eso se siente después del show, cuando te pones de pie y saludas al público. Puedes ver que disfrutaron de un espectáculo que los conmovió más allá de sus sentidos superficiales. Ver sus sonrisas me hace feliz.
P: ¿Tendrás algún familiar entre el público?
SL: Mi familia está aquí –incluyendo mi abuela, que vino de China a los 12 años de edad. Nunca volvió. Pero se podría decir que había un montón de tradiciones en su comida. Mis abuelos solían tener un restaurante chino, ¡así que de niño comí toneladas de comida china! Realmente espero –debido a que no ha podido regresar a China en 60 años– poder ver esa felicidad en sus ojos, que finalmente pueda ver la cultura que no tuvo durante mucho tiempo.
25 de enero de 2013