Artículo Especial: La primera bailarina Susan Zhou
La revista Taste of Life es la publicación bilingüe sobre el estilo de vida lujoso más importante de Francia y Canadá; se publica en chino e inglés y se dedica a conectar Oriente y Occidente mediante la apreciación de la belleza y la elegancia arraigada en ambas tradiciones.
En la última edición, TOL incluyó una entrevista con la primera bailarina de Shen Yun, Susan Zhou. Susan es parte de Shen Yun desde 2013. En 2014 obtuvo el segundo puesto en la Competencia Internacional de Danza Clásica China de NTD (categoría femenina juvenil). Zhou está ahora de gira por América del Norte con la Compañía Mundial de Shen Yun.
Fragmento de Las dificultades como alegrías de TOL
El telón se abre lentamente y aparece un grupo de gráciles doncellas portando hermosos paraguas de papel. Entre las dinámicas formaciones, una bailarina aparece en el centro del escenario. De pie sobre una sola pierna, coloca la otra bien hacia arriba y se inclina hacia un lado mientras eleva elegantemente su paraguas hacia los Cielos. El público estalla en aplausos.
“La danza es un arte de sufrimiento”, dice Susan Zhou, la bailarina que encabeza Paraguas, una de las danzas del increíble programa 2017 de Shen Yun Performing Arts, la compañía de danza clásica china más importante del mundo. “Los bailarines deben desafiar sus propios límites cada día. Entrenar la flexibilidad es directamente sufrimiento: solo sufriendo un poco más de dolor puedes levantar la pierna más alto. El cansancio físico también es sufrimiento, pero debes apretar los dientes y seguir”.
Susan se mudó de China a Nueva Zelanda con sus padres cuando era pequeña, y apenas tenía una vaga idea sobre la danza clásica china. Su verdadero camino en la cultura clásica china comenzó cuando se mudó a Nueva York para asistir a la Academia de Artes Fei Tian, la escuela de danza clásica china más importante del mundo.
“En Fei Tian no solo aprendemos danza sino también historia y literatura chinas”, cuenta. “Eso me hizo entender mejor la brillante cultura china”. Uno de los recuerdos que más atesora es leer sobre La diosa de Luo, de Cao Zhi:
Su cuerpo se eleva ligero como un cisne sobresaltado,
Con elegancia, como un dragón en pleno vuelo,
Con un esplendor más brillante que el crisantemo del otoño,
Más floreciente que el pino en primavera;
Tenue como la luna cubierta en vaporosas nubes,
Inquieta como la nieve que revolotea en el viento.
Susan dice: “Me parece increíblemente hermosa. La descripción me ofreció por primera vez una imagen específica de una mujer de la antigua China. Pienso que la danza clásica china debería representarla en su máxima belleza y contexto, así que debo seguir trabajando duro”.
“Todos los movimientos de la danza clásica china provienen de las emociones internas del bailarín. El Gran Prefacio del Libro de Poesía, dice que cuando la gente expresa sus emociones en cierto lenguaje, es un poema; cuando la gente no puede expresarse en ningún lenguaje, suspiran; cuando suspirar no es suficiente, cantan; cuando cantar aún no es suficiente, bailan. Esto significa que la danza puede expresar las emociones más fuertes del corazón. Entonces si los bailarines no tienen emociones intensas, ¿cómo podrán mover sus cuerpos para conmover al público?”
“Cada vez que termino un acto de danza, la fatiga causada por la actuación intensa parece desaparecer. Es como si disfrutara de un tranquilo día lluvioso, que son los que más me gustan”, cuenta Susan. Su sonrisa y su alegría son indiscutibles. “En la gira 2018 espero poder sumergirme en una danza al máximo posible, ese es mi objetivo actual”.