RED TEATRAL: Shen Yun, la belleza de los sentidos
RESEñA DE LOS SHOWS EN BUENOS AIRES, ARGENTINA
Nuestro país tiene la suerte y la privilegiada posibilidad de presenciar a partir del 13 de diciembre 2012 y hasta el 21 del mismo mes, en el teatro Opera Citi, una increíble, fantástica e inolvidable presentación de la compañía “sin fines de lucro” SHEN YUN PERFORMING ARTS, no podría en una sola palabra describir tan importante evento, quizás la mejor palabra sería, fascinante.
Shen Yun es una producción nacida en el año 2006, y desde el principio uno tiene que entender que es un espectador privilegiado, ya que este espectáculo que nos trae las danzas tradicionales de China como también sus 5.000 años de civilización, está prohibido en su país por el régimen que lo gobierna, el comunismo. Es desgarrador pensar que un pueblo no pueda disfrutar de sus danzas y artes tradicionales, para hacerlo claro, es como si nosotros no pudiéramos disfrutar de una buena chacarera o un apasionado tango, ¡que pena!
La compañía está formada por artistas chinos de todos los lugares del mundo, alguno de ellos se estima habrán pedido asilo político para poder hacerlo, ellos tienen su base en Nueva York y desde ahí realizan sus giras internacionales con un enorme éxito. Siendo unos de los mejores en lo que hacen, con meses de preparación minuciosa, van cambiando por temporada, es decir que si tenemos la suerte de que vuelvan, ya el espectáculo va a ser diferente.
Para el interesado en la historia es ideal su visión, pero no deja de ser un emotivo evento para toda la familia. En él se reflejan claramente las características de los pueblos chinos y sus valores, como la compasión, la lealtad y, por sobre toda las cosas, un profundo respeto por el ser humano. También es un homenaje y, al mismo tiempo, herencia de la cultura ortodoxa semi divina de China; lo cual tal vez resulte arduo de comprender para nosotros bajo los paradigmas de la cultura occidental, entonces solamente debemos dejarnos llevar por lo que el generoso escenario nos entrega.
El espectáculo se ira desarrollando en diferentes cuadros con una línea cronológica basada en la historia de China para llegar a su fin en la emotiva y trágica actualidad. En ellos veremos una multitud de eximios bailarines, con un vestuario “original” de cada época y unos colores, que son un regalo maravilloso a los ojos.
Cada uno de los cuadros, muy novedosos (sobre todo por el uso de medios audiovisuales) y afinadísimos en su baile, es una demostración de la estricta preparación de los bailarines, de los cuales sería injusto hablar particularmente de cada uno de ellos, ya que todos son magníficos.
Si este critico puede sentirse más emocionado por alguno de los cuadros que se representan y sentir en su retina una explosión de colores y a la vez una genuina emoción, estos serían: “Predestinación milagrosa” donde padre e hija, turistas ellos, en la plaza Tiananmen son confundidos por rebeldes; “Espléndidas flores celestiales” donde el cuadro nos invade por todos los sentidos; “La primavera llega temprano” ¡increíble! para terminar con un cuadro sumamente emotivo “La misericordia de los dioses y Fo”. Es importante también decir que cada cuadro está presentado por unos simpáticos maestros de ceremonia, y que entre cuadros se pueden escuchar temas interpretados por magnificas voces de tenores y sopranos.
Shen Yun es un espectáculo que nadie debería de pederse, pocas son las veces que nosotros podemos disfrutar de este tipo de eventos traídos del extranjero, en el que radica la excelencia en cada eslabón de su armado.
Colores, danzas, músicas, todo arriba del escenario del Opera, ojalá tengan la suerte que se merecen sobradamente, así en un futuro puedan volver a sorprendernos. Es mi intención poder apoyar a esta gran causa contra la sistemática aculturación de un pueblo milenario que lucha por mantener vivas sus tradiciones, aunque más no sea como un espectador más o con estas humildes palabras.
¡Shen Yun, muchas gracias!
17 de diciembre de 2012