Ne Zha: El niño más extraordinario de la mitología china
LA DEIDAD NIñO
Como todos los niños, Ne Zha nació del vientre de su madre. Sin embargo, ahí terminan sus similitudes con otros niños.
Aunque no es muy conocido en Occidente, para los chinos Ne Zha ha sido un nombre popular durante siglos. Está en todo, desde mitología hasta bailes techno, desde películas populares hasta novelas clásicas como Investidura de los Dioses o Viaje al Oeste.
Según la leyenda, todo comenzó hace unos 3.000 o 4.000 años, durante la Dinastía Shang en el noreste de China. Li Jing, un comandante del ejército, esperaba ansioso el nacimiento de su tercer hijo. Y esperaba con ansiedad por una buena razón: el embarazo de su esposa había durado tres años y seis meses.
La noche anterior a dar a luz, su esposa, la Dama Yin, soñó que veía a un daoísta inmortal pasando su escobilla mágica sobre su panza. Él le pidió que aceptara al niño que se le estaba concediendo y que lo llamara "Ne Zha”.
Al día siguiente, la Dama Yi dio a luz a una bola de carne grande y redonda, básicamente una albóndiga. Atónito y desilusionado, su esposo sospechó que la anomalía era algo demoníaco y sacó su espada. Procedió a golpear la masa de carne, cortó la superficie y reveló, para su sorpresa, un niño vivaz y ya crecido, Ne Zha.
Poco después llegó un daoísta inmortal y ofreció tomar al niño como su discípulo. Los padres aceptaron y el daoísta concedió a Ne Zha un instrumento mágico: la Rueda Cósmica (qian kun lun).
Ne Zha enfurece a un malvado dragón
Pronto se revelaría el alcance de los poderes extraordinarios de Ne Zha. Un caluroso día, Ne Zha estaba ansioso por refrescarse, así que se fue a bañar en un mar cercano. Desconociendo aún el poder de su instrumento mágico, tomó su Rueda Cósmica –con la forma de un aro mediano pero más pesada de lo que cualquier mortal pudiera levantar– y la sacudió, causando masivos temblores en la profundidad del agua.
Los temblores causados por Ne Zha estremecieron el palacio submarino del Rey Dragón del Mar Oriental. El enfurecido Rey Dragón ordenó a uno de sus centinelas descubrir quién o qué estaba causando ese caos.
Al descubrir que Ne Zha, apenas un niño, era el culpable de las travesuras en la costa, el centinela pensó que sería fácil matarlo. Sin embargo, Ne Zha mató al centinela con un golpe de su Rueda Cósmica. Al saber esto, el Rey Dragón envió a su hijo predilecto a enfrentar a Ne Zha, pero Ne Zha también lo mató.
Sobrepasado por la furia, el Rey Dragón juró denunciar los crímenes de Ne Zha ante el Emperador de Jade, líder supremo de los Cielos y los reinos mortales. No obstante, Ne Zha corrió hacia las puertas del palacio del Emperador de Jade y llegó antes que el Rey Dragón. Usando encantamientos invisibles, tomó por sorpresa al Rey Dragón y le dio una ronda de golpes antes de que pudiera ver al Emperador de Jade.
Tal vez lo que hace que Ne Zha sea tan entrañable, dejando de un lado sus insólitos poderes, es la exuberante personalidad juguetona de este héroe popular. En última instancia, Ne Zha, y otros como él, nos invitan a participar en un mundo de maravillas, un mundo donde se estiran los horizontes de posibilidad humana, siempre para mejor.