RESEÑA: El alma de la música tradicional china, reunida con la grandeza de la sinfonía occidental
NUEVA YORK – Los amantes de la música clásica pueden creer que ya lo oyeron todo, pero el mundo de la música ha expandido sus límites luego del debut de la Orquesta Sinfónica de Shen Yun en el Carnegie Hall, el pasado 28 de octubre.
Las composiciones de Shen Yun integran la fuerza de los instrumentos orientales y la de sus pares occidentales, creando un sonido sin igual.
Shen Yun Performing Arts es una compañía de danza clásica china de Nueva York, que asumió la misión de revivir los 5.000 años de cultura china y tiene tres grupos que recorren el mundo. Cada grupo viaja acompañado de una orquesta que combina instrumentos orientales y occidentales.
¿Es posible que un trombón suene como un dung-chen, un cuerno largo tibetano? ¿Puede un violín tener un sonido chino?
Sí, pueden en los actos de Shen Yun, lo que abre un mundo completamente nuevo con respecto al sonido de los instrumentos tradicionales.
El concierto del domingo comenzó con The Star Spangled Banner (La bandera llena de estrellas, el himno nacional de EE. UU.), seguido de una de las obras de apertura más eminentes de Shen Yun, Creación.
Con la grandeza de una orquesta sinfónica occidental, los majestuosos bronces resonaron por el auditorio, y la percusión impuso un aire de misterio con sus tambores chinos. Los violines realizaron un diminuendo que concluyó en un trémolo, sugiriendo que algo mágico estaba por suceder.
Creación está basada en una antigua leyenda que cuenta que seres celestiales transmitieron su cultura a la humanidad. Las melodías están modeladas en un estilo libre basado en la música de corte (yayue) de la Dinastía Tang (618-907), considerada la cumbre de la historia cultural de China.
Joyas clásicas
La Orquesta Sinfónica de Shen Yun alternó entre un tono chino y un sonido completamente sinfónico de Occidente, con un solo movimiento de batuta. Después de la mística Creación, la orquesta interpretó el Concierto para dos trompetas en Do Mayor, RV 537, de Antonio Vivaldi.
De los 500 conciertos de Vivaldi, esta obra es la única escrita para dos trompetas, que aquí tocaron Kaspar Märtig y Alexander Wilson.
Märtig se desempeñó como trompeta principal de la Orquesta Filarmónica de Dresden, y actualmente integra la Orquesta de Shen Yun.
Wilson ganó el primer premio de la Competencia de Pasajes Orquestales 2010 de la International Trumpet Guild. Tiene una maestría en la Universidad del Estado de Arizona e integra la Orquesta de Shen Yun.
La entonación del dúo fue increíblemente precisa, considerando la dificultad de los pasajes rápidos y el amplio rango de notas. Su tono se mantuvo brillante y liviano a lo largo de los movimientos.
Desde los Himalayas a la Ciudad Prohibida
Luego la orquesta volvió a interpretar varias obras de Shen Yun, como Khata para los dioses. Esta canción comienza con un dúo para clarinete y oboe, y transporta a los oyentes hasta el cielo azul de los Himalayas. Los instrumentos de viento emitieron sonidos nuevos para transmitir la sensación característica de los tonos tibetanos, mientras que el trombón hizo uso de una ligadura continua para ofrecer una asombrosa imitación del cuerno largo tibetano.
El comienzo de la canción creó la escena de una ceremonia en la que los tibetanos expresan su gratitud hacia el Buda por la cosecha abundante. A eso le siguió una serie de dieciséis notas de las cuerdas. Las notas claras y uniformes de las cuerdas llevaron a un clímax que remitió al golpeteo de los pies de los participantes de la ceremonia.
La Orquesta Sinfónica de Shen Yun también interpretó una elegante melodía compuesta para acompañar la danza titulada Damas de la corte manchú. Las damas de la realeza caminan con delicadeza con zapatos de plataforma típicos de la moda del periodo de dominación manchú (1644-1911).
La melodía capturada por el dúo de erhu, un instrumento chino de dos cuerdas, y una trompeta con sordina evoca la elegancia de esas mujeres.
El erhu, también conocido como el violín chino, tiene una habilidad especial para expresar emociones profundas e ideas. No sorprende que haya sido seleccionado para capturar la característica elegancia de la corte manchú.
Justo cuando el público estaba cautivado por el sonido del insólito dúo, se sumaron los violines para imitar el sentimiento del erhu. Preservando toda la riqueza de los tonos tradicionales del violín, los violinistas de la Orquesta Sinfónica de Shen Yun agregaron deslizamientos al estilo chino en el diapasón, llevando al violín a nuevos límites musicales.
Fue realmente una presentación sin igual, que ningún amante de la música debería perderse.
Los cantantes
Además de las interpretaciones de la orquesta, el programa también incluyó actuaciones de los cantantes de Shen Yun, que utilizan la técnica del bel canto para interpretar letras en chino.
Todas las letras y melodías son originales de Shen Yun. Una de las cantantes fue Haolan Geng, que cantaba para la Ópera Provincial de Guangdong y ganó la medalla de oro en la primera competencia de música del Festival de las Artes de Guangdong.
Geng tuvo una presencia en el escenario destacable. Su apasionado vibrato conmovió al público y se correspondía con el tono filosófico de la letra.
La presentación en el Carnegie Hall estuvo dirigida por los tres directores de orquesta de Shen Yun –Keng-Wei Kuo, Antonia Joy Wilson y Milen Nachev.
Kuo tiene experiencia tanto en música occidental como china. Tiene una licenciatura en flauta china, o dizi, y una maestría en dirección de orquesta. Fue el fundador del Conjunto de Cámara de Formosa de Taiwán.
Wilson estudió dirección de orquesta en la Universidad de Yale, y tiene un doctorado en la misma especialidad en la Universidad de Colorado. Wilson fue la mujer más joven en dirigir una gran orquesta norteamericana. Ganó el primer premio en la Competencia Internacional de Dirección de Orquesta de Música Clásica en México.
Nachev fue director de orquesta principal y director artístico de varias orquestas importantes de Europa Oriental. Se graduó en el Conservatorio de San Petersburgo en Rusia.
El concertino fue Yo-yo Fann, que estudió en la Escuela Juilliard. Fue el ganador de varias competencias de violín, incluyendo la Competencia de Concierto para violín de la División Preliminar de la Escuela de Música de Manhattan y la Mejor Interpretación de Sonata en la Competencia Internacional de Violín de la Kulturstiftung Hohenlohe de Alemania.
La presentación terminó con un fuerte aplauso del público que tardó en desvanecerse. Dado que la presentación fue dirigida por tres directores de orquesta, el público recibió una sorpresa especial de tres bises.
Los bises fueron fragmentos de otras obras favoritas de Shen Yun, lo que dejó al público ansioso por la Gira 2013 de Shen Yun, que comenzará en diciembre.
30 de octubre de 2012