Melodías del mundo interior
ENTREVISTA CON LA SOPRANO HAOLAN GENG DE LA ORQUESTA SINFóNICA SHEN YUN
Este otoño, la majestuosidad y la magia de una antigua civilización se podrán experimentar en salas de conciertos de América del Norte. La Orquesta Sinfónica Shen Yun, con su fusión de instrumentos tradicionales chinos y una orquesta occidental completa, revivirá 5.000 años de civilización, despertando su belleza, sus leyendas y la historia de un mundo perdido.
La Orquesta Sinfónica estará de gira por 11 ciudades en octubre, presentándose en lugares como el Carnegie Hall y el Kennedy Center. Su nuevo programa incluye composiciones originales inspiradas en melodías dinásticas, una selección de clásicos occidentales, y canciones solistas de algunos de los mejores virtuosos chinos.
Entre ellos estará la soprano de Shen Yun, Haolan Geng. Ya no es una estrella en ascenso, sino que todos los años cautiva al público de todo el mundo. Nos sentamos con ella a conversar en una fresca mañana en la sede de Shen Yun ubicada en las colinas del condado de Orange en Nueva York, donde se prepara para su cuarta aparición en el Carnegie Hall.
-¿Cómo comenzaste tu carrera de cantante?
HG: Desde pequeña me encanta cantar. Cuando escuchaba cantar en la radio, sabía que yo también quería aprender. Mi madre solía llevarme a participar en diversos coros –desde coros municipales a provinciales. Luego decidí ir a una escuela secundaria orientada a las artes para poder capacitarme profesionalmente, y luego asistí a un conservatorio de música. Un gran hito para mí fue ganar la Competencia Internacional de Canto de New Tang Dynasty TV celebrada en 2009 en Nueva York, lo que luego me llevó a unirme a Shen Yun como solista.
-¿Qué crees que hace a una gran soprano?
HG: Tienes que tener el método correcto para cantar, un buen entendimiento y el poder de llegar al público. Lo más importante es tener un corazón que ame a la música. Usa tu corazón para cantar, no seas superficial.
Sobre el escenario, cuando estoy sintiendo el significado de mi canción y entrando en su estado de ánimo, las emociones me brotan desde adentro. No tengo movimientos o expresiones ensayados para tal o cual línea. Todo sale naturalmente.
Para alcanzar un reino superior como artista, pienso que la moral tiene un rol principal. Se trata de llevar una vida íntegra. Si afuera del escenario tienes aires pretenciosos, sobre el escenario no serás capaz de expresarte sinceramente. Cuando los sonidos y sentimientos que emites son puros, tu canción será capaz de conmover verdaderamente a quien la escuche.
-¿Qué distingue a los cantantes de Shen Yun?
HG: Usamos los métodos de canto más tradicionales, los mismos que se usaban en el pasado en la ópera italiana clásica. Es diferente del bel canto que se usa hoy en día, que se ha diferenciado de su forma original.
Las sopranos de Shen Yun entrenamos con este método clásico, es decir, vocalizamos y articulamos en base a una posición vocal diferente. Por supuesto, también es difícil de hacer porque nuestras canciones están en chino.
En todo el mundo, este tipo de técnica vocal está en desuso. Hasta hace unos cien años, la ópera italiana usaba la técnica vocal clásica original. Pero junto con los cambios sociales que provocaron la decadencia de la cultura tradicional y las artes tradicionales, esta técnica genuina se perdió. La técnica de canto que aprendí en mis primeros años en el conservatorio de China era una técnica contemporánea. Sólo cuando vine a Shen Yun me di cuenta de que mi anterior colocación de la voz era incorrecta.
Nuestro Director Artístico domina esta técnica tradicional del bel canto que se había perdido. Él nos entrena en este auténtico método de canto operístico y así es que podemos llevarlo de vuelta al escenario y compartir este arte perdido con todos.
Mirando atrás a mi camino como artista, me siento extremadamente afortunada de poder ser parte de esto. Me motiva a dar lo mejor de mí y presentar este arte perdido al público. La gente suele decir que cuando nos escuchan cantar, sonamos muy diferentes a otros cantantes. Dicen que se siente diferente, y también se siente bien.
-Algunas personas dicen que cantar refleja tu alma como un espejo. ¿Crees que eso es así?
HG: Pienso que cantar es una forma muy directa de compartir tu mundo más interior. He experimentado mucho esto al cantar con Shen Yun.
Hace unos años, cuando estaba estudiando y luego comenzando mi carrera en China, me enfocaba principalmente en cómo mejorar mi técnica y cómo expresar e interpretar mejor una canción para conmover a la gente.
Pero unirme a Shen Yun marcó un antes y un después para mí como artista. Aquí en Shen Yun practicamos una disciplina espiritual de meditación llamada Falun Dafa, la cual tiene raíces antiguas. Lo llamamos proceso de “auto-cultivación”. Así que aquí, medito y trabajo en mejorarme al nivel del carácter moral, es parte de lo que hacemos día a día. Luego le agregas salir de gira y actuar en más de cien shows por todo el mundo cada año. Para mí, es una experiencia que no tiene precio y algo que encuentro extremadamente gratificante.
Y este proceso también me llevó a reflexionar más profundamente sobre el arte y el tipo de verdad que busco a través del arte. Lo que he llegado a entender es que, de manera algo inesperada, cuando canto con una mente calma y un corazón tranquilo es cuando el público más se conmueve. Ya no trato de conmoverlos emocionalmente a propósito, de una u otra manera. Sin buscarlo, estas cosas ocurren naturalmente y de una manera más poderosa. Para mí, esta es la mayor diferencia y ocurre debido a la auto-cultivación.
- ¿Fue al entrar a Shen Yun que encontraste por primera vez este concepto de cultivación?
HG: En realidad, no. Fue en China cuando era niña. En ese entonces mi abuelo y mi abuela practicaban Falun Gong (otro nombre para Falun Dafa). Especialmente mi abuela solía tener todo tipo de problemas de salud y a los pocos meses de practicar Falun Gong su salud dio un giro de 180°. Estaba enérgica y ya no necesitaba ninguno de los medicamentos que tomaba. Esto fue a principios de los ’90, y Falun Dafa se estaba volviendo cada vez más popular en China, se podía ver un montón de gente practicándolo en parques temprano por la mañana.
Luego en 1999, el Partido Comunista prohibió a Falun Gong y comenzó a perseguir a la gente que lo practicaba; fue muy difícil para mí entender por qué el gobierno haría tal cosa.
Y así, las semillas de la cultivación habían sido plantadas en mí a una edad temprana, e intenté seguir los principios de la práctica de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia” y ser una buena persona. Continué con mi vida, me gradué y comencé a trabajar… Pero años después, cuando me mudé al extranjero y me encontré en un ambiente libre –sin el miedo de la persecución que nos rodeaba en China– se me hizo fácil volver a lo que realmente quería.
Pienso que en lo que respecta a preguntas como el significado de la vida, cada uno tiene una opinión diferente. Quizás para algunos se trata de pasarla bien, disfrutar la vida al máximo, o dejar un legado. Para mí, y creo que muchos sistemas de creencias del pasado lo veían también de esta manera, pienso que el hecho de haber nacido como un ser humano ya es algo muy afortunado, y tener la oportunidad de tener una guía espiritual y un camino de cultivación es aun más raro. Si crees en la reencarnación, entonces es algo que te toca una vez en varios miles de años. Y así, mediante la cultivación, quiero elevar mi estándar moral, mejorar mis debilidades y ascender a un reino más alto y hermoso –para mí, la vida se trata de eso, para eso estoy en este mundo.
Muchas de las canciones que canto tienen letras que hablan sobre este principio, el significado de la vida y para qué estamos aquí. Si yo no fuera una cultivadora, no tendría manera de expresar estos conceptos detrás las canciones.
- Entonces, ¿cómo se manifiesta esta relación entre cultivación y canto cuando actúas?
HG: Bueno, en cierto nivel es lo que acabo de mencionar: solía enfocarme en cómo quería cantar bien y conmover al público, y mientras cantaba pensaba en un montón de cosas. Después de empezar a cultivarme, y comenzar a calmar mi mente para cantar, noté que tenía cada vez menos pensamientos que me distraían.
En otro nivel, pienso que el sonido, y especialmente la voz, lleva cierta energía. Pienso que como alguien que se cultiva e intenta aplicar los principios de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia”, la energía que sale cuando canto desde el corazón es diferente que antes. Es más amable y más capaz de comunicarse directamente con quien la escucha.
-La gente suele hacer comentarios sobre tu voz, la describen como “poderosa” y “emotiva”. ¿Cómo lo logras?
HG: La gente suele hablar de los dones naturales, o de un “talento divino”. En realidad, en chino tenemos una expresión parecida, llamamos “tian fen” a los dones especiales, es decir, algo que te otorga el Cielo.
-¿Qué te pasa por la mente cuando cantas?
HG: Cuando leo por primera vez la letra de la canción, no trato de memorizar las palabras. Comienzo por tratar de entender qué mensaje quiere dar la canción. Cuando ya canté varias veces la letra, empiezo a entenderla a un nivel más profundo. Luego sigo ensayando para transmitir el mensaje lo mejor que pueda.
Cuando ensayo, si mi corazón no está tranquilo, no puedo cantar bien por más que lo intente. Si me siento frustrada, es como si mi voz sonara muy mal. Y hasta que no me calme, no puedo hacer progresos.
A la hora del show, trato de relajarme. Me quito las preocupaciones. Pongo a un lado mis nociones. Me recuerdo para qué estoy cantando, cuál es mi propósito. Y limpio mis pensamientos de todo lo demás. Entonces cuando salgo a cantar, no pienso mucho.
-¿Tienes algún recuerdo especial de tus actuaciones con Shen Yun?
HG: ¡Hay tantos! A veces, si el teatro tiene suficiente luz, desde el escenario puedo ver al público secarse las lágrimas. Eso lo he visto muchas veces. Y cada vez es realmente emocionante verlo.
-¿Qué crees que hace que la Orquesta Sinfónica Shen Yun se destaque del resto?
HG: Una de las principales ventajas de la Orquesta Sinfónica es cómo incorpora instrumentos chinos en una orquesta sinfónica occidental completa. Esto la hace tener majestuosidad y un carácter étnico distintivo. Es una combinación ideal para capturar el espíritu de la China tradicional. Además, sé que el público realmente aprecia los instrumentos chinos… especialmente el erhu, que a mí también me encanta.
Otra diferencia especial, pero menos tangible, es lo que podríamos llamar la sustancia espiritual. Lo que esta orquesta expresa al público es único. Pienso que la mayor parte del público es capaz de entender nuestra música en un nivel superior, pueden identificarse con nuestro mensaje.
Esta música es sobre cosas como el significado de la vida, el camino al Cielo, la verdad, el despertar y la iluminación. Nos esforzamos por cantar y tocar sobre estas cosas con un corazón puro y, por eso, ya sea para el público o para nosotros los artistas, realmente le habla a nuestro mundo interior.