Malentendido 3: No ver más allá de lo superficial
Al pensar en el kung fu chino, muchos occidentales pueden imaginarse a Bruce Lee, o quizás a Kung Fu Panda. En realidad, las artes marciales supremas no se usan para pelear. En cambio, la cultura de autodisciplina espiritual que forma parte de algunas escuelas de artes marciales, a menudo llamada “cultivación”, ha producido las historias más conocidas y milagrosas.
Hay un dicho que dice que “el mejor kung fu de la Tierra viene del Templo Shaolin”. Damo, fundador de las Artes Marciales del Templo Shaolin, también fue el fundador del Budismo Zen, y él mismo era un cultivador budista. Se lo conoce por haber ido a una cueva de la Montaña Wuru, cerca del Templo Shaolin, y sentarse frente a un muro durante nueve años, hasta que alcanzó la iluminación. Estuvo sentado durante tanto tiempo que su sombra quedó grabada en una piedra. La piedra blanca tenía alrededor de un metro de alto y una imagen negra, que semeja un monje sentado ante la roca. Fue así que se la comenzó a llamar “la piedra que encara al muro”.
Otros cultivadores budistas y daoístas han tenido experiencias igual de extraordinarias. Después de que el patriarca Huineng (638-713), uno de los discípulos de Damo de la sexta generación, dejó este mundo, su cuerpo no se descompuso. De hecho, permanece sentado en el Templo Nanhua en la provincia de Guangdong. El Tai chi, que muchos occidentales conocen, fue fundado en la Montaña Wudang por Zhang Sanfeng, daoísta de la Dinastía Ming. Se afirma que Zhang vivió más de 130 años.
De manera similar, durante toda la historia china, los campos de la medicina, astronomía, danza, música, pintura, tácticas militares, literatura, poesía, artes culinarias, construcción y otras manifestaciones culturales han llegado a sus mejores niveles siguiendo la cultivación budista o daoísta, o la filosofía confuciana. No se limitan a los objetos tangibles o visibles.
En la actualidad, en China continental, uno puede escuchar a la gente hablando de cultura tradicional o intentando exhibirla. Pero la cultura china genuina es mucho más compleja, profunda y espiritual que unos simples movimientos de kung fu, los dumplings o las danzas de león. Lamentablemente, debido a los esfuerzos del Partido Comunista Chino por destruirla sistemáticamente durante décadas, hoy son pocas las personas, incluso en China, que realmente conocen la cultura china tradicional.
La misión de Shen Yun es darles la oportunidad de vislumbrarla.
14 de septiembre de 2011