El Monje Tang, de Viaje al Oeste
Pregunta: ¿Qué tienen en común Tripitaka, Xuan Zang y Tang Seng?
Respuesta: Son distintos nombres para la misma persona. Llamémoslo directamente Monje Tang.
La Dinastía Tang fue una época de gran prosperidad, poderío militar, pluralismo religioso y desarrollo en las artes y las ciencias, por eso se la suele considerar la época de oro de China. El peregrinaje sagrado de Viaje al Oeste comienza unos 1.300 años atrás en la capital de la Dinastía Tang, conocida como Chang’an, que significa “paz eterna”.
Allí es cuando el gran emperador Tang Taizong le pide a un joven monje budista que se embarque en un peligroso viaje. Su misión –si la acepta– es cruzar las montañas hasta lo que hoy se conoce como India, obtener las escrituras sagradas y llevarlas de vuelta a China. El monje acepta.
El monje es la personificación de la devoción religiosa. Supera 81 tribulaciones, que también pueden interpretarse como metáforas de las pruebas que una persona encuentra al embarcarse en un camino espiritual.
Por ejemplo, en un momento le ofrecen casarse con una hermosa reina y convertirse en el rey de una tierra habitada solo por mujeres, donde podría disfrutar de riqueza y comodidad durante el resto de su vida. El Monje Tang no acepta y continúa con su viaje.
Y como si las cosas no fueran lo suficientemente difíciles, hay diferentes monstruos y demonios que constantemente intentan comérselo, ya que se dice que un bocado de su carne otorga la inmortalidad.
Afortunadamente, tiene un grupo especial de guardaespaldas. Conozcámoslos, comenzando por el mejor de todos, el travieso Rey Mono.
01 de febrero de 2017