De la poesía a la danza
¿Sabías que en la antigua China, la música, la danza y la poesía eran un trío inseparable? Cada danza estaba coreografiada específicamente para una determinada canción y su letra. Tanto durante la creación como la interpretación, cada elemento hacía su parte para dar vida a sus pares. El resultado era una armonía perfecta.
Encontrando maneras de sentir la sensación
Cada año durante la época de ensayos (más o menos de junio a diciembre), pasamos seis meses aprendiendo y perfeccionando las danzas de la gira siguiente. Lo primero en la lista es ocuparnos de toda la coreografía y la sincronización. Cuando todo está hecho, entonces es momento de agregarle el toque mágico: la sensación, o esencia interna, de cada danza.
Para mí, hay muchas maneras de inspirarse para bailar una danza. Puede ser una serie de movimientos que me parecen muy fluidos o divertidos. O puede ser una melodía tan encantadora que me hace tararearla incluso después del ensayo, en la ducha o cuando me acuesto.
Finalmente, también hay veces en que la danza parece ser la hermana perfecta de un poema de la antigua China. Entonces sé que la conexión, la sensación, no es ningún capricho.
La poesía en Shen Yun
En realidad, hay muchas danzas de Shen Yun inspiradas directamente en poemas clásicos chinos. La lealtad de Yue Fei (una coreografía de 2007) proviene de la obra de este general de la Dinastía Song, “El río fluye rojo”, de tono atribulado pero tenaz. Las líneas del poema incluso estaban incorporadas en la imagen de fondo. Nuestra danza de 2009 Mulan se une a la batalla, es una interpretación de “La balada de Mulan”, un poema que data del siglo VI.
Varias veces, cuando me faltó inspiración, me fijé en los versos antiguos. Y en ellos descubrí el fervor, la belleza y el carácter que estaba buscando.
'雲想衣裳花想容,春風拂檻露華濃'
Para presentar la danza Damas del palacio Tang, nuestro presentador (no chino) recita un verso del poeta más célebre de la Dinastía Tang, y quizás de toda la historia china: Li Bai. Esta es mi traducción:
Las nubes hacen resonar sus largas túnicas sueltas, y las flores su hermoso rostro.
Los vientos primaverales soplan por el balcón, todo brilla salpicado de elegancia.
Cada vez que escucho estas palabras desde el otro lado del telón, mientras espero vestida con mis propias túnicas sueltas, instantáneamente me siento transportada. Y me pregunto, ¿sabrá el público que del otro lado del telón, alguien también escucha y se lo imagina?
Betty Wang
Colaboradora
06 de noviembre de 2014